23 de febrero de 2012




-Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos. 
-Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré. 
-No creo...si me odias no me querrás ver... 
-Pues cierro los ojos...
-No me querrás oír. 
-Pues no te dejaré hablar...
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré...¿Te acuerdas de aquel día que te prometí un para siempre? Lo decía en serio!

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